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sexta-feira, 27 de julho de 2018

LA HOMOSEXUALIDAD - Pr ROGÉRIO AMARAL




Antes del texto que sigue, quiero poner aquí algunos nombres de científicos cristianos tales como vídeos científicos que relatan la veracidad de la Biblia:

ALGUNOS CIENTÍFICOS CRISTIANOS:
Sir Robert Boyd (1922-2004); Alberto Dou Mas de Xaxàs (1915-2009); Richard Smalley (1943-2005);
Mariano Artigas (1938-2006); J. Laurence Kulp (1921-2006); Arthur Peacocke (1924-2006);
John Billings (1918-2007); Russell L. Mixter (1906-2007); Carl Friedrich von Weizsäcker (1912-2007);
John Archibald Wheeler (1911-2008); Stanley Jaki (1924-2009); Nicola Cabibbo (1935-2010);
Allan Sandage (1926-2010); Ernan McMullin (1924-2011); Joseph Murray (1919-2012);
Ian Barbour (1923-2013); Charles H. Townes (1915-2015)

Ciencias Biomédicas

Eben Alexander (1953); Werner Arber (1929); Robert T. Bakker (1945); Robert James Berry (1934);

Derek Burke (1930)

PRUEBAS CIENTÍFICAS SOBRE LA BIBLIA


Ahora vamos al texto:

HOMOSEXUALIDAD

Esa es la tendencia de una sociedad secularizada que no toma en cuenta la verdad de Dios y tampoco el orden natural del ser-cuerpo humano. La raza humana, en su corrida desenfrenada rumbo a la degradación de los valores morales, del placer a cualquier costo, amortigua la verdad, amordaza la voz de la conciencia y conspira contra los principios absolutos que enaman de la Palabra de Dios y de toda la creación. La ausencia de Dios, sin embargo, se revela desde el cielo contra toda esa impiedad y perversión y la primera señal de essa ausencia es que las personas pierden cualquier sentido de culpa. Ellas pecan y no sienten más tristeza por el pecado. Antes, aplauden sus locuras, hacen apología de su decadencia y censuran a aquellos que están en desacuerdo con su locura, rotulándolos de radicales.

1.     Ese comportamiento degrada los valores morales que deben regir a la familia. Dios creó al hombre y la mujer (Gn 1:27). Nadie nace homosexual. Esa es una práctica aprendida que se deriva de una educación distorsionada, de un abuso sufrido o de una decisión equivocada. Así como nadie nace adúltero, de igual forma, nadie nace homosexual. Esa es una decisión deliberada, que se transforma en un hábito arraigado y en un vicio avasallador. Dios instituyó el casamiento como una unión legal, legítima y santa entre un hombre y una mujer (Gn 2:24). La relación homosexual es vista en la Palabra de Dios como abominación para el Señor (Lv 18:22). La unión homosexual es vista como un error, una torpeza, una pasión infame, algo contrario a la naturaleza (Rm 1:24-28). La Palabra de Dios dice que los homosexuales no heredarán el reino de Dios, a no ser que se arrepientan de esa práctica (1Co 6:9-10). Sin embargo, aquellos que se convierten a Cristo y son santificados por el Espíritu Santo reciben una nueva mente, una nueva vida y el completo perdón divino (1Co. 6:11);
2.     La homosexualidad conspira contra la Palabra de Dios. A lo largo de la historia las constituciones procuraron inspirarse en la Palabra de dios, la carta magna de la libertad y de la justicia. La relación homoafectiva, o sea, la unión entre personas del mismo sexo es en contra de la verdad de Dios. Es una abominación para Dios (Lv. 18:22). Se trata de un error, una disposición mental reprobable. No es una relación de amor, pero una pasión infame (Rm 1:24-28). Si la Palabra de Dios es infalible e inerrante, cualquier ley humana que atente contra ella, se constituye en conspiración contra Dios y en vileza contra la raza humana. Desde siempre la definición de casamiento es la unión entre un hombre y una mujer, hasta porque solamente de ahí se produce, se origina nuevos seres humanos, del contrario, la humanidad acabaría.
3.     La homosexualidad conspira contra la familia. La verdad de los hechos es que nuestra sociedad perdió la noción de cierto y errado. En esa sociedad permisiva no hay más la idea de pecado y tampoco del caminar natural de la humanidad, de la familia. Hoy todo es permitido, hay hasta los que dicen que la pedofilia es algo que también tiene que ser aceptable. Nada más es prohibido hoy en día. Hay una inversión de valores. Se hace apología de aquello que Dios abomina, de aquello que es la base de la humanidad y sociedad desde siempre y se llena de beneficios aquella relación que Dios llama de disposición mental reprobable, error y torpeza. Se abre así, las compuertas del gran abismo. Los torrentes de la maldad inundarán las familias y la sociedad, bajo los auspicios de la ley.
4.     La homosexualidad claramente conspira contra la sociedad. Una “pareja” homosexual no puede cumplir el papel de la propagación de la raza. Es un “casamiento” que legitima una relación contraria a la naturaleza. Es una constitución humana que conspira contra la constitución divina y natural del ser humano. Es el hombre inculcándose por sabio, pero volviéndose loco. Las leyes justas son inspiradas en la ley de Dios. Las constituciones más humanas siempre reflejan la Palabra de Dios.
Por eso, cuando una nación desprecia la verdad de Dios, degrada la ética y atenta contra la familia. Contra todas las racionalizaciones humanistas, que buscan sacudir el yugo de Dios para abrazar el relativismo moral, la Biblia es categórica em decirnos que: “Feliz es la nación cuyo Dios es el Señor” y no la nación que promueve el pecado y se burla de la virtud, llamando luz de tinieblas y tinieblas de luz (Is. 5:20). La sociedad que anda en el camino de la verdad y pauta su conducta por las Escrituras, marcha resuelta por las veredas de la justicia y cosecha los frutos sazonados de la santidad y de la bienaventuranza. Aquellos, sin embargo, que entran por los atajos del descalabro moral, caen en las trampas del pecado y cosechan los frutos amargos de su propia insensatez.
El homosexualismo no es apenas una práctica condenada por los preceptos de Dios, pero también, es el fondo del pozo de la degradación moral de un pueblo (Rm 1:18-32).

1 Corintios 6:9-20 ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.  Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.12 «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. 13 «Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos»; así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros. 15 ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para unirlos con una prostituta? ¡Jamás! 16 ¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser un solo cuerpo.»17 Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu. 18 Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. 19 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;20 fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios”.

Gálatas 5:19-21 Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos 21 y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.

Es cierto que Dios ama a todos, Dios ama al pecador, así sea un ladrón, corrupto, mentiroso, vanidoso, soberbio, homosexual, etc., como también es cierto que Dios odia el pecado y por eso desea que el pecador se arrepienta de sus pecados y deje sus pecados, Jesucristo vino para perdonar y salvar a todos, desde que haga en uno mismo un verdadero arrepentimiento y dejen sus pecados, ahí habrá perdón y salvación.
Dios es amor y también es santo y desea de todos una vida de santidad.

          En Él, que en la cruz a venido para rescatar a todos, Ps Rogério Amaral


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